Élite con humildad profesional para cocinar bien los colores. #FIDCR 2015

Unas semanas atrás, nuestro equipo de trabajo tuvo el privilegio de asistir a un curso intensivo en la antigua aduana. ¿Qué tan intensivo? Imagina recibir lecciones avanzadas de 17 expertos de lujo internacional (y nacional) por un lapso de 20 horas, repartidos en 3 días. Es como llegar a un buet neocriollo, donde tenés unos minutos para probar todos los platillos, mientras el chef, que viene del futuro, te da una lista de tips para aprender a cocinar para unos comensales que están en constante evolución.

Deseamos que esos comensales degusten nuestros platillos de comunicación, pero cómo hacerlo cuando el menú en el mercado es tan amplio? Muchas experiencias valiosas se dan en el FID, pero lo más enriquecedor son los consejos de los expositores.

Los creadores web, Irene Pereyra y Anton Repponen, con amplia experiencia, derribaron el mito de que la inspiración vendrá en su momento. La mente no sale a pescar ideas, las cultiva. Como diseñadores empezamos con los bocetos, pero sólo el progreso del proceso irá sintonizando la propuesta adecuada de comunicación. No se trata de hacer mil bocetos para ver cual sirve por prueba y error. Se trata de que la investigación nos dé ese fruto que luego cosechamos.

A veces cometemos el error de pensar que ya todo se ha hecho antes. La fotografía es una composición de diseño. Démosle un nueva perspectiva. Sergio y Giancarlo Pucci se tomaron literalmente el consejo de que debemos aspirar alto. Los colores de Costa Rica que no habíamos visto antes.

Lance Wyman, creador del logo de los juegos olímpicos de 1968, luego se convertiría en un gurú del diseño y uno de los pioneros de la iconografía actual. La fórmula fue estudiar las tendencias gráficas de su época como punto de partida, para luego dar un paso más allá, pero la clave está en determinar en qué dirección se debe dar ese paso. Wyman apeló a la cognición. Se trata de buscar la simplicidad en el diseño hasta donde la percepción cultural lo permite, como dejar un dibujo incompleto, sabiendo que el receptor va a terminar de completar dicho diseño en su mente. Esto permite que el objeto no tenga elementos de sobra. Lo hace visualmente más agradable y el cerebro lo digiere mejor.

Los chefs profesionales, parte de esa élite en la cocina del diseño y comunicación, nos muestran varios tips en las recetas a seguir para construir el mensaje, pero dan valor a la humildad profesional que debemos tener para hacerlo bien. Son docentes de alto nivel pero con actitud de estudiantes. Es la comunidad a la que nos dirigimos quien circunscribe los parámetros del diseño a ejecutar.

José A. Díaz